Memorias de una geisha

Dirección: Rob Marshall

Reparto : Zhang Ziyi, Suzuka Ohgo, Gong Li, Samantha Futerman, Mako, Elizabeth Sung,Kaori Momoi, Kotoko Kawamura, Ken Watanabe, Kôji Yakusho, Michelle Yeoh,Youki Kudoh, Zoe Weizenbaum, Tsai Chin, Cary-Hiroyuki Tagawa, Cathy Shim,Kenneth Tsang, Eugenia Yuan, Karl Yune, Ted Levine, Paul Adelstein, Togo Igawa,Ace Yonamine

Título Original: Memoirs of a Geisha

Nacionalidad: Estados Unidos

Año: 2005

Duración: 145 minutos

Género: Drama / Romantico

En esta ocasión, os traemos la crítica de un drama romántico que en su momento tuvo bastante éxito. Basada en el best-seller de Arthur Golden, he de decir, que hasta donde he leído (aún tengo pendiente acabarla), es bastante fiel a la novela. Evidentemente, como suele ocurrir con estas cosas pasan por alto detalles porque realmente sería difíciles de plasmar en la gran pantalla o aburría demasiado al espectador.

Memorias de Una Geisha, no es que sea el gran peliculón del siglo puesto que tiene ese fallo de ser demasiado americana, aunque nos quieran vender que es una película oriental. Si ruedas una película en un supuesto Japón de los años 30, tienes que rodarla totalmente en japonés con subtítulos correspondientes a cada país y además que los actores sean japoneses, ya que es bastante ridículo que la mitad del reparto sea chino (a veces ni eso puesto que son de origen chino pero son más americanos que otra cosa) y la mitad japonés. En toda la película hablan en inglés y solo sueltan palabras sueltas en japonés y en contadas ocasiones.

Supongo que Rob Marshall quiso rodarla totalmente en inglés y en un formato occidental puesto que si quería que llegara a más público y obtener la máxima recaudación no le quedaba otra que hacerlo así. Dejando a banda esos “fallos” en una muy buena película y así se reconoció ya que obtuvo varias nominaciones y ganó nada más y nada menos que 3 Oscars a la mejor fotografía, vestuario y dirección artística.

Rob Marshall, supo coger la esencia de Japón y plasmarlo en la gran pantalla. Realmente, hay momentos que parece que estés en Japón aunque muchas escenas no estén rodadas en el país del sol naciente. Puedo dar buena cuenta de ello ya que he estado en la escena donde ella corre a través de una especie de pasadizo con un unos postes rojos. Está rodada en el templo de Fushimi Inari que está situado en uno de los distritos de Kioto . Poco a poco, nos va introduciendo a ese mundo misterioso de las Geishas que hasta en ese momento los occidentales teníamos una idea totalmente equívoca y es que las Geishas eran prostitutas. De una manera simple, poco a poco, le enseñan al espectador qué es ser Geisha y qué conlleva serlo.

Además, Rob Marshall fue listo como un lince ya que en esta película contó con un elenco de actores que realmente están muy a la altura y que en ese momento ya eran bastante famosos puesto que algunos de ellos salieron en películas tan conocidas como Tigre y Dragón o La Casa de las Dagas Voladoras. Estas dos películas en esa época lo petaron y en Memorias de Una Geisha al contar con estos actores, hizo que fuera un reclamo para que la gente fuera a ver la película. Cabe destacar también la magnífica banda sonora que va a cargo del gran compositor John Williams y que sin su música no hubiera sido lo mismo.